Tucuman Argentina (Spanish)

Ministros argentinos miran hacia Israel para la innovación nagrícola

Ministros de la provincia argentina de Tucumán visitaron Israel para conocer sus innovaciones agrícolas. "Uno tiene que aprender de los mejores. Lo que Israel ha hecho es un milagro", afirmó Virginia Ávila, subsecretaria de Asuntos Exteriores de Tucumán.
Tomó sólo un par de horas en el vivero Guilat del KKL en el Néguev para que la delegación ministerial argentina declarara que esta visita en particular había sido uno de los mejores momentos de su viaje a Israel. El grupo estaba compuesto por dos ministros y un viceministro de la provincia de Tucumán, en el noroeste de la Argentina, que permanecieron rn Israel durante ocho días para observar y aprender. Dijeron que la gira estaba destinada también a preparar la visita a Israel del gobernador de Tucumán, Juan Luis Manzur, que tentativamente está programada para noviembre de 2018.

El miércoles 18 de julio, al llegar a la puerta del vivero Guilat del KKL, los visitantes fueron recibidos por su director, Pablo Chercasky, también oriundo de la Argentina, y por el coordinador de la gira del KKL, Eldad Gafni. Los miembros de la delegación estaban encantados de poder conversar con el director del vivero en su español nativo, después de días de depender del guía Gastón Shcolnik para la traducción.

Tucumán es la provincia más pequeña y más densamente poblada de la Argentina. Es bien conocida por su clima templado, su buen suelo y la abundancia de agua. Sin embargo, junto con estas condiciones ecológicas favorables, lucha para mejorar su producción agrícola.

El recorrido por el vivero Guilat empezó con una breve introducción sobre las instalaciones de 50 acres, que sirven como campo de pruebas para árboles de todo el mundo, con el objeto de encontrar qué especies son adecuadas para las condiciones de Israel.

Mientras guiaba a los invitados a través del vivero, Pablo les dijo que produce alrededor de un millón de retoños al año, destinados a forestación, parques, escuelas y otros lugares.

"También educamos a la gente sobre los beneficios de la ecología, la vegetación y los árboles en particular. Generalmente no saben que no se necesitan grandes cantidades de agua para crear jardines exuberantes", explicó.

Les mostró las semillas que se producen y almacenan en un refrigerador gigantesco y describió el proceso de selección. Los visitantes vieron métodos únicos usados para enfriar el aire en los invernaderos, para ayudar a las plantas a germinar.

"Las paredes que parecen de cartón actúan como un refrigerador de desierto común", informó Chercasky. "Están saturadas de agua y luego grandes ventiladores succionan la humedad del aire. A medida que el agua se evapora, la temperatura disminuye."

Virginia Ávila, subsecretaria de Relaciones Exteriores del Gobierno de Tucumán, señaló que ese tipo de desarrollos israelíes es exactamente lo que necesitan. Estaba fascinada con esa forma simple, pero efectiva, de refrescar el invernadero y agregó: "Nuestra provincia es rica en términos de recursos naturales y actuamos para beneficiarnos de ellos; no obstante, hemos llegado al límite de nuestra capacidad. Debemos aprender cómo incrementar la producción porque la demanda aumenta. Por eso hemos venido a Israel. Uno tiene que aprender de los mejores. Lo que Israel ha hecho es un milagro".

En los huertos, el Ministro de Desarrollo Productivo de Tucumán, Juan Luis Fernández, mostró especial interés en las láminas de plástico oscuro en el suelo entre los árboles frutales, que impiden el crecimiento de malezas. También le fascinaron las "ollas de presión" que se usan en el vivero para cultivar árboles jóvenes. Chercasky le mostró cómo las macetas se mantienen elevadas para evitar el enraizamiento en el suelo del invernadero y para fomentar una red de raíces más fuertes y más largas en las macetas, para el crecimiento futuro en su destino final.

Fernández dijo a su anfitrión que la provincia de Tucumán es pequeña, como Israel, e intenta ser innovadora, como Israel.

"Tenemos instalaciones similares a ésta en Tucumán y también buscamos plantas y especies de las que podamos beneficiarnos. Nuestra principal producción local es la caña de azúcar y los limones amarillos, que también se cultivan en Israel. Las técnicas de riego israelíes me parecieron fascinantes y creo que las adoptaremos a pesar de que, a diferencia de Israel, tenemos una gran cantidad de agua dulce. Uno de nuestros mayores problemas agrícolas son las fuertes heladas que pueden arruinar todo un cultivo de cítricos. Espero que también podamos encontrar una solución para eso durante nuestra gira aquí".

Los tres funcionarios de Tucumán quedaron asombrados por la gran variedad de árboles exóticos en el vivero Guilat, algunos de los cuales les resultaron desconocidos. Asimismo, se mostraron encantados de ver un gran ombú, el árbol nacional de la Argentina. Pablo les dijo que prospera bien en Israel porque no necesita mucha agua.

"El ombu está en demanda en los parques urbanos por la sombra.Es bueno para plantar junto a los bancos debido a su copa similar a un paraguas, y los niños pueden trepar por sus amplias ramas, mientras los padres disfrutan de la sombra del árbol."

Los visitantes solicitaron inmediatamente una foto de grupo debajo del ombú y señalaron que su árbol nacional que crece en el Néguev representa las relaciones cada vez más estrechas entre los dos países.